Nuestro compañero Nicolás Puerto, tras los acontecimientos recientes, expone en el siguiente artículo de opinión su visión profesional y comparte su experiencia en torno a la gestión y efectos del robo de la línea de comunicaciones del AVE Madrid-Sevilla.
Mi experiencia en este campo se limita a nuestra intervención cuando era Jefe Provincial de la Inspección de Telecomunicaciones de Córdoba y en el año 2005 se nos comunicó el impedimento en poner en marcha el primer tramo del AVE Córdoba-Antequera por interferencias en las comunicaciones de Tren-Tierra. Después de varias comprobaciones técnicas en diferentes puntos de la ruta y no encontrar ninguna emisión irregular, detectamos que los filtros de los equipos de emisión de la sala de comunicaciones del AVE en Córdoba estaban mal diseñados, y permitían la entrada en la red de frecuencias correspondientes a otras emisiones.
Por otra parte, ya a finales de los años 70 del pasado siglo, ocupando en el puesto de responsable de la Central Télex de Jaén y después cuando pasé al puesto de Jefe Provincial de Infraestructura de Comunicaciones de Córdoba, ambos en Correos y Telégrafos, disponíamos de un aparato llamado ecómetro con el que podíamos detectar a qué distancia en kilómetros de la capital estaba el corte de la línea telegráfica interrumpida por avería o robo de hilo de cobre de 3 mm de diámetro. Era una especie de osciloscopio que inyectaba una señal a la línea y por el cambio de la impedancia o resistencia eléctrica en el corte o cortocircuito, nos devolvía una señal de eco que nos aparecía en la pantalla. Esta, que estaba graduada horizontalmente, nos permitía conocer donde estaba la alteración e indicar a los celadores de mantenimiento donde tenían que desplazarse para reparar o reponer el hilo averiado o robado. En esta época, casi cincuenta años después, con un gran avance tecnológico, me extraña que no se disponga de un pilotaje continuo para conocer en tiempo real el lugar donde se ha producido la avería que interrumpe la comunicación bien por avería o robo de la línea para actuar con urgencia.
Pero en este referido robo, donde según la prensa se han sustraído solo 150 metros de cable a lo largo de varios tramos en un espacio de 10 kilómetros sería mucho más difícil de detectar y actuar con las técnicas clásicas de detección.
Posiblemente hoy día se disponga de los sistemas más modernos similares, denominados (TDR, Time Domain Reflectometer) Reflectómetros en el Dominio del Tiempo, pero desconozco si se están monitorizando en tiempo real estas redes físicas de apoyo al AVE, y qué medidas urgentes se toman para su solución si fallan, para lo que en la actualidad se cuenta con redes de telefonía móvil y/o satélites.
Para ello se necesitarían: 1 Sensores inteligentes en las vías que alerten de cambios de impedancia o cortes (como el TDR pero en red). 2 Fibra óptica integrada para monitorizar vibraciones o manipulaciones. 3 Vigilancia con drones o cámaras térmicas en zonas de alto riesgo. 4 Detección por IA que cruce datos de robos previos y prediga puntos vulnerables.
No entro en el debate sobre el posible sabotaje que puede haber detrás de este grave incidente. Corresponde a la policía dilucidar este asunto. También a una posible Comisión de Investigación Parlamentaria en España y/o en Europa, ya que ha afectado al corredor Europa-África. Estos robos paralizan servicios esenciales, afectan a miles de viajeros y dañan la imagen de España en materia de transporte. Debería haber: 1 Mayor vigilancia (policial y tecnológica) en las vías. 2 Penalización más duras para los ladrones y sus compradores. 3 Investigación de posibles redes organizadas o intereses económicos y empresariales detrás de estos actos. Hoy, con 5G, fibra óptica y satélites, los robos de cobre siguen sin detectarse a tiempo para impedir repercusiones graves en los ciudadanos. ¿Por qué?.
Córdoba 6 de mayo de 2025
Nicolás Puerto Barrios Ingeniero Técnico de Telecomunicaciones. Primer Premio Nacional de Prensa en 1983, promovido por la Unión Internacional de Telecomunicaciones a instancia de la Asamblea General de las Naciones Unidas (64a. sesión plenaria 19 de noviembre de 1981).